El camino de las ardillas es una senda hermosa, diferente, audaz y compleja. Por cada km que hay de vereda y de arboleda hay, páramos inducidos, cien gestiones laterales que hacer y aunque la mayoría son excelentes y gratificantes alguna que otra es una asechanza. Sé que estas celadas forman parte del andar y que como ocurre en el ajedrez: este juego es infinito, y el siguiente escaque es el de plantar cara a los tiempos; de hacer lo que “pertoca” (en catalán suena como con más vehemencia el término, creo que es el equivalente de corresponde, procede….).
Todo lo que ocurre conviene. Buena reflexión.
Salgo hacia Barcelona en esta mañana de octubre, otra vez, decidido, lleno de ilusión y de esperanza . Es una ciudad excelente y amiga en la que , seguro, volveré a encontrar manos y apoyos para seguir andando por el eje del camino de las ardillas, por esta Utovía que ya hemos perfilado hacia el único futuro posible:
Más arboles y más conciencia.
juan espero que ganes la partida de ajedrez y que encuentres mas apoyos por barcelona que hay muy buena gente en esa tierra tambien,fuerza y salud en el camino.